No sé cuantificar lo que te quiero,
y miro por la noche a las estrellas,
no es fácil que me ocurran estas cosas
y pienso si será la borrachera.
Te quiero con las olas de la playa
y el yodo y el salitre de la arena,
te quiero con la brisa del nordeste
que llega en la resaca y las mareas.
Te quiero cuando posas tu mirada
y veo tus ojitos de canela,
entonces hasta el alma se estremece
y tiemblan los pilares de la tierra.
Te quiero con la arruga de tus labios
y el dulce sentimiento con que besas,
parece que hasta el mundo se detiene
y suenan las campanas de la iglesia.
Te quiero por la noche, en tu descanso,
y velo esos momentos cuando sueñas,
yo busco los susurros con mi nombre
que vengan a mi encuentro, si despiertas.
Te quiero, en tus labores, por el día,
haciendo la comida y la limpieza,
también cuando te vas a los recados
y pasas un buen rato por las tiendas.
Te quiero simplemente, porque quiero,
sentir la borrachera que me deja,
la sed y las pasiones que en el alma
ansían tu figura y tu presencia.
Te quiero como nunca yo he querido
y el fuego ya se extiende por las venas,
la lava del volcán de mis entrañas
se excita con tu nombre, y te desea.
Te quiero, y no me importa confesarlo,
hay algo de locura que me ciega,
quizás un simple sueño del otoño,
quizás la primavera que no llega.
Te quiero en soledad, y en el silencio,
y escribo para ti, en mis poemas,
los versos más hermosos que concibe
un pobre corazón ya sin cabeza.
"...No sé cuantificar lo que te quiero,
y dejo la ventana siempre abierta
la dejo para ver a los luceros
que anuncien y me digan si regresas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/12
Un amor incondicional el que profesan estos versos, Rafael, y es entendible que sea difícil cuantificarlo cuando está presente en todas las cosas, y en todos los detalles...
ResponderEliminarMuy hermoso.
Abrazos en la noche, y felicitaciones!
Abrazos en la noche Maritza y gracias por tu comentario. Feliz domingo.
ResponderEliminarLuego de leerte, puedo irme a dormir con un dulce sueño asegurado y una sonrisa en los labios.
ResponderEliminarSiempre destilando en poemas, hermosos sentimientos.
Abrazos alados, Rafael... por aquí en la noche y por allá en el día.
Es que aún no se ha inventado un medidor de sentimientos, aunque bien sepamos que pesa menos el amor que la ausencia.
ResponderEliminarAbrazos
Un amor así, como lo describes en tus versos, es imposible de cuantificar. Es un amor de verdad, que no tiene fin. Abrazos, feliz día...
ResponderEliminarpedazo de declaración. Preciosos esos "te quiero".
ResponderEliminarseguro que es más bonita que una luna de agosto...
un placer leerte, me ha encantado.
Me alegran saber que mis letras pueden servir para hacer que puedas ir a dormir con una sonrisa en los labios, Diana. El escribir mejor o peor es cuestión de "tener el día", (o en este caso la noche), pero supongo que a todos nos pasa lo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y feliz domingo.
¡Cuánta razón tienes, TriniReina!... Si hubiera ese medidor de sentimientos, quizás muchas veces nos llevaríamos más de una sorpresa, ¿verdad?, porque como bien dices, el amor es más liviano que la ausencia.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Un amor así, Pepa, quizás sea como el que tú también describes en los versos de tus últimos poemas, ¿no crees?.
ResponderEliminarUn abrazo y el deseo de que tengas un lindo domingo.
Agradezco tu comentario Ángela, pero... Ya extraño tus letras y espero con impaciencia tu nuevo relato, ¿tardarás en subirlo?.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
¡Qué manera de querer, Rafael!
ResponderEliminarA veces uno siente alegría por una mujer que es amada de esta forma, no resulta fácil encontrarla.
Gracias por permitirlo.
Abrazos
Vas hilvanando toda una declaración anafórica,que mueve y nos conmueve a todos...El alma se te escapa a través de tus versos y vas pintando la tarde de intensidad vital,amigo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tus bellos y profundos poemas,Rafael.
M.Jesús
Ese amor y ese te quiero no caben ni en todo el universo, porque esa doncella que describes no es la luna ni un lucero, es una galaxia que provoca un estallido de pasión y de deseo.
ResponderEliminarSencillamente hermoso estimado Rafael. No hay más que decir.
Abrazos.
cuantificar es imposible si el amor es lo que prima
ResponderEliminarcomo dice MaJesús has hilvando muy bien el poema
un abrazo
"Te quiero con las olas de la playa, y el yodo y el salitre..."
ResponderEliminarEs todo el poema una hermosa declaración de amor, pero me encantan estos versos que ponen los te quiero a la orilla del mar.
Gracias, Rafael y feliz noche
Gracias Alicia por tu comentario. A veces soñar es fácil y eso es lo que intentan los poetas.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Cuando escribimos, M.Jesús, (al menos en mi caso), es como si cerráramos los ojos y dejáramos volar la imaginación, los sentimientos, los sueños. Lo que sale suele ser imprevisible, pero ahí queda.
ResponderEliminarGracias a ti por tu visita.
Un abrazo y feliz comienzo de semana.
Gracias por tu visita y tu comentario Chogui. Lo que describo es lo que alguna vez todos hemos pensado y sentido, ¿no crees?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto Elisa que es "imposible cuantificar si el amor es lo que prima", pero seguramente es lo que alguna vez nos ha pasado por la cabeza a cada uno de nosotros, aunque luego, tras ese instante, la realidad se haya impuesto.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Al nacer y vivir tan cerca del mar es fácil eso María S. De todas maneras te diré que mi tierra ha tenido grandes escritores y poetas que también se han inspirado y escrito con ese fondo de "olas, yodo y salitre", en sus versos y relatos.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche también para ti.