Parece ser que el tiempo no acompaña
al hombre que soñaba con estrellas,
y solo, en el silencio de la noche,
se queda con sus rimas y poemas.
Silencio en los pasillos y la sala,
eterna soledad de la conciencia,
afuera, en la negrura de la noche,
destacan multitud de candilejas.
Luciérnagas que asoman en el valle,
puntitos de bombillas con su estela,
farolas en caminos tortuosos,
belenes de ciudades en mi tierra.
Aspiro los perfumes de la noche
y saco, entre jirones, sus leyendas,
los seres engendrados por las mentes
llevados al papel y a la novela.
Disfruta con el verso enamorado,
curioso narrador, en noche eterna,
tú tienes la exclusiva del momento
y debes apurar todo este néctar.
Despeja las legañas de tu alma
y vuela como un mirlo en la pradera,
atento a los dictados de la noche
y al niño soñador, con su cometa.
Revuelve las basuras y vertidos
y busca, entre las mismas, lo que queda,
la noche, las migajas y la bruma,
y un fondo de nostalgia por la arena.
Las olas ya se muestran caprichosas,
estiran por la playa sus melenas,
la noche les abraza dulcemente
y escucha sus canciones muy atenta.
"...Eterno soñador, que en esta noche,
buscabas, como tantos, las estrellas,
ignoras que ese cielo que tú buscas
se encuentra, tembloroso, entre tus letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 22/05/16
al hombre que soñaba con estrellas,
y solo, en el silencio de la noche,
se queda con sus rimas y poemas.
Silencio en los pasillos y la sala,
eterna soledad de la conciencia,
afuera, en la negrura de la noche,
destacan multitud de candilejas.
Luciérnagas que asoman en el valle,
puntitos de bombillas con su estela,
farolas en caminos tortuosos,
belenes de ciudades en mi tierra.
Aspiro los perfumes de la noche
y saco, entre jirones, sus leyendas,
los seres engendrados por las mentes
llevados al papel y a la novela.
Disfruta con el verso enamorado,
curioso narrador, en noche eterna,
tú tienes la exclusiva del momento
y debes apurar todo este néctar.
Despeja las legañas de tu alma
y vuela como un mirlo en la pradera,
atento a los dictados de la noche
y al niño soñador, con su cometa.
Revuelve las basuras y vertidos
y busca, entre las mismas, lo que queda,
la noche, las migajas y la bruma,
y un fondo de nostalgia por la arena.
Las olas ya se muestran caprichosas,
estiran por la playa sus melenas,
la noche les abraza dulcemente
y escucha sus canciones muy atenta.
"...Eterno soñador, que en esta noche,
buscabas, como tantos, las estrellas,
ignoras que ese cielo que tú buscas
se encuentra, tembloroso, entre tus letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 22/05/16
Hermoso
ResponderEliminarGracias Bellarmina.
EliminarUn saludo.
He leído dos veces tus versos ...son como estribillos que van y vienen...para pensar...
ResponderEliminarun abrazo Rafael...
Marina
Gracias por tu comentario, Marina.
EliminarUn abrazo en la tarde.
maravilloso como siempre
ResponderEliminarGracias Recomenzar.
EliminarUn abrazo.
La séptima estrofa es en sí misma un inmenso poema.
ResponderEliminarMuy bueno, Rafael, tanto en mensaje como en estructura.
Abrazos
Gracias por fijarte en ella, Verónica.
EliminarAbrazos.
Fuera del tiempo y el espacio, está el sueño de tu sueño.
ResponderEliminarSaludos.
Es posible que así sea, beatriz.
EliminarUn saludo.
Si a veces estoy atenta a lo que me dice la noche y la espuma que me acompaña profundo y hermoso!!! un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarEs que la noche siempre nos deja algún recado, Bea.
EliminarUn abrazo.