Porque tienes frío,
porque tienes hambre,
porque vas a misa
y rezas la salve.
Eres tan sencilla
que vibra la sangre,
repican campanas
en todos los valles.
Y así llega el día,
se duerme la tarde,
y llega la noche,
la luna renace.
La luna de plata
de cara admirable,
tan tierna y sencilla
que imita postales.
Porque tienes fuego,
tus ojos te arden,
no es fruto de fiebre,
tampoco de males.
Quizás de pasiones,
extraños pasajes,
que van y que vienen
cual olas fugaces.
Quizás son suspiros
que dejan los aires,
los besos sin freno,
los dedos que saben.
Es parte de un todo
sentir las saudades,
saberse impotente
al beso que manden.
Extrañas auroras,
malditos volcanes
que arrasan violetas,
también los rosales.
Susurros que brotan
de mil tulipanes,
chasquidos sin nombre
de fucsias sagaces.
Es fácil sentirse
partido en mitades,
cortado en dos trozos
por miedo al desaire.
No sé, niña mía,
no sé como darte,
ni sé que decirte
lo que es inviable.
"...Te quiero, te amo,
deseo besarte
ansío tus labios
tu cuerpo admirable..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/06/16
porque tienes hambre,
porque vas a misa
y rezas la salve.
Eres tan sencilla
que vibra la sangre,
repican campanas
en todos los valles.
Y así llega el día,
se duerme la tarde,
y llega la noche,
la luna renace.
La luna de plata
de cara admirable,
tan tierna y sencilla
que imita postales.
Porque tienes fuego,
tus ojos te arden,
no es fruto de fiebre,
tampoco de males.
Quizás de pasiones,
extraños pasajes,
que van y que vienen
cual olas fugaces.
Quizás son suspiros
que dejan los aires,
los besos sin freno,
los dedos que saben.
Es parte de un todo
sentir las saudades,
saberse impotente
al beso que manden.
Extrañas auroras,
malditos volcanes
que arrasan violetas,
también los rosales.
Susurros que brotan
de mil tulipanes,
chasquidos sin nombre
de fucsias sagaces.
Es fácil sentirse
partido en mitades,
cortado en dos trozos
por miedo al desaire.
No sé, niña mía,
no sé como darte,
ni sé que decirte
lo que es inviable.
"...Te quiero, te amo,
deseo besarte
ansío tus labios
tu cuerpo admirable..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/06/16
La quieres, está más que claro, lo laten tus versos.
ResponderEliminarUn beso.
Es un protagonista un tanto peculiar, María.
EliminarUn beso en la tarde.
Ojalá y tus deseos se cumplan, te siento enamorado, tus versos hablan con mucha pasión.
ResponderEliminarUn abrazo Rafael, y feliz tarde.
Besosss!
Es que los protagonistas de nuestros versos siempre están "enamorados o desenamorados", Carmen, ¿no crees?... Así es la poesía.
EliminarUn abrazo.
Tu poesía se hace canción, que late en tus ojos, en tu recuerdo y en tu palabra, que nos llega a todos con una frescura entrañable y bella. Mi felicitación por esa inspiración de vida y sentimiento, que nos llega a todos, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
M.Jesús
Gracias por tus palabras y comentario María Jesús.
EliminarUn abrazo.
Como bien dice Maria los cuatro últimos versos es amor Rafael...
ResponderEliminarbuenas noches
Abrazos
Gracias por verlo así, Marina.
EliminarUn abrazo y buenas noches.