El mar bailaba
con vientos y resacas
de sudoeste.
Salvaje danza
del agua con la brisa
que alborotaba.
Era su pelo
espuma, desbocada,
como melena.
"Respeta el agua,
no enojes su momento",
me dijo el sol.
Y así lo hice,
guardando un fiel silencio
con mi oración.
¡Qué bella imagen,
ofreces mar, del alma,
al creador!
Seguía el baile
y yo le contemplaba
con devoción.
El mar, el viento,
perfecta sinfonía
sin director.
Es un poema,
me dijo, en un susurro,
mi corazón.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/21
Justamente ayer fui a la playa y observé el mar que estaba un poco agitado. Es una obra de arte en movimiento, algo mágico.
ResponderEliminarHermosos versos amigo, un abrazo, Paty
Gracias Paty, me alegro de lo que cuentas.
EliminarUn abrazo.