Ya se va el sol
que manda mil suspiros
que yo recojo.
Y los comparto,
contigo, en esta tarde
que ya termina.
Hay amapolas
y rosas encantadas
entre sus pliegues.
Hay un lamento
de música velada
y de palabras.
Es un murmullo
con olas y resacas
de alguna playa.
Es un lamento
con risas y con llantos
indefinidos.
Pero el cansancio
se nota en esas frases
balbuceantes.
El sol se marcha,
precisa del descanso
que da la luna.
Llega la noche,
con ella y el silencio,
el sol se duerme.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/04/21
Aunque se vaya el sol, llega la Luna y con ella tantas cosas bellas. Por cierto hoy la tenemos preciosa. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarSí, Campirela, septiembre es un buen mes para disfrutar con la luna.
EliminarUn abrazo.
Ese compartir, qué belleza de versos ante el sol te ha regalado.
ResponderEliminarUn abrazo, y por un domingo estupendo
Gracias Mari Pau.
EliminarUn abrazo y feliz domingo también para ti.