Me siento triste
por culpa de un descuido
y por tu nombre.
¿En qué pensabas,
amigo aquella tarde,
cuando escribías?
No sé, me digo,
los años no perdonan
a mi cabeza.
Me da vergüenza
contar lo que ha pasado,
por un error.
"Cambié tu nombre,
y fue sin darme cuenta,
y es la verdad"
No sé que hilos,
con guasa se mezclaron
en la razón.
Pero al saber
por ti la fechoría
me sonrojé.
Tembló ese niño
que yace en las entrañas
del padre invierno.
Tembló ese hombre
con lágrimas de niño
por este error.
Y es que el candor
suplica una sonrisa
por un perdón.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/05/23
Los errores son comunes en los humanos. Pero sin tristeza, se disculpa uno y punto. Como así será.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Cierto Maripau. Gracias.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Tal vez ese cambio de nombre no fue la razón , sino el corazón... Hay tantas sin razón .
ResponderEliminarUnos buenos dias.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
No paramos en cometer errores Rafael, es de humanos, lo importante es que aprendamos de ellos. Un abrazo
ResponderEliminarSí, Carmen, es de humanos.
EliminarUn abrazo y gracias.
Estimado Rafael, todos nos equivocamos, suele suceder, pero gracias a esa equivocación han nacido unos versos muy bonitos.
ResponderEliminarmariarosa
Que esa sonrisa enmiende el error.
ResponderEliminarMuy bello❤