La rosa blanca
estaba, temblorosa,
ante sus ojos.
En el jardín
se alzaba y destacaba
en un rosal.
Ibas con ganas
de cortar y tomarla
como regalo.
Pero sentiste
un dulce escalofrío
y la dejaste.
¡Que siga viva,
mostrando su belleza
a quien la mire!
Y siguió ella
tan bella y tan lozana
por unas horas.
Al otro día
pasaste por su lado.
Te sorprendiste.
Sus bellos pétalos
estaban marchitándose
poquito a poco.
Y la sonrisa
y el beso de tus labios
también lo hicieron.
¡Qué poco dura
la gracia y la belleza
que nos regalan!
Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/23
La belleza es efímera, poco dura. Pero estos versos serán eternos. Feliz fin de semana Rafael. Abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz finde, también para ti.
La gracia y la belleza se pierde como la pierde la flor, loa riqueza del corazón es lo que vale.
ResponderEliminarBello Dia Rafael.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Es verdad que cuando vemos esas bonitas rosas que salen de los patios o jardines nos da creo que a todos ganas de cortarlas, pero cuando lo piensas con detenimiento no lo haces, una vez que las cortas el tiempo de vida es minúsculo con el que podemos disfrutarlas en su sitio de origen.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz finde.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz finde también para ti.
me gustan todas las flores incluso aquellas que se abren para cazar y digerir los nutrientes de sus presas
ResponderEliminarbuen fin de semana :)
Gracias Elisa.
EliminarUn buen finde también para ti.
Son efímeras, aunque alguna se vuelve eterna en el recuerdo. Y en los versos.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael, buen poema.
Gracias Verónica.
ResponderEliminarAbrazo.
La delicada y efímera belleza... Así es la vida.
ResponderEliminarBello leerte ❤