Busca tu mano
la mía, temblorosa,
en la mañana.
Y entre las sábanas
la encuentra y la acaricia
muy dulcemente.
Despierta el cuerpo,
se animan los sentidos
y empieza el día.
Nos levantamos
del lecho y de la noche
que queda atrás.
Un nuevo día
nos llama y nos invita
a compartirle.
Y eso intentamos
con risas en el alma
y en nuestros ojos.
Siento tu mano
y el beso de tus labios
sobre los míos.
Yo te respondo,
te digo que "te amo"
en un susurro.
Y nos fundimos
en un abrazo cálido
y transparente.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/05/23
Para no soltarse de la mano de este poema. Muy tierno Rafael. Feliz tarde de jueves. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz jueves.
Tus poemas me recuerdan un pasado muy hermoso. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que así sea, Inma.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEse es el amor, levantarse y comenzar un nuevo día, cómplices de una vida. Muy bonito el poema. Un fuerte abrazo.
EliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito, tomados de la mano y ser dichosos, gracias amigo poeta.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Un poema que es una ternura, encantador.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.