Bajó del cielo
y vino, hasta mi lado,
en un suspiro.
Era la gota
de lluvia, temblorosa
y estremecida.
Sentí su lágrima
buscar mis labios tibios
para dormirse.
Y yo, soñé,
también con ese llanto,
desconsolado.
Así los cielos
calmaron sus enfados
en una tarde.
Y soportamos
la hiel de las tormentas
del nuevo otoño.
Una galerna
llegaba y nos cubría
con falso manto.
Y allí sentí
la lágrima en mis ojos
brotar sin causa.
Y se mezclaron
la lluvia con el llanto
en unos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/10/23.
Lluvia, llanto, y mar tal vez. Hay otoños que rezuman esa tímida tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael. Feliz martes
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Bella mezcla aún en su tristeza nostálgica. Feliz día. Abrazo Rafael
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Bello poema, vuelas en el y nos llevas de la mano...
ResponderEliminarUn placer leerte.
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Si analizáramos el agua de ambas sería distinto , asi lo es tu poema , diferente, lleno de romanticismos y melancolía.
ResponderEliminarUn abrazo, felices sueños.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
tu último verso me llegó alma, mezcla sentimientos, precioso, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo.
El cierre del poema es perfecto.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Abrazo, Rafael.