Vengo de verte y,
visitar tu morada
donde descansas.
¡Qué de recuerdos
vinieron a mi mente
desde el pasado!
Pero me quedo
contigo, y tu sonrisa,
tan especial.
Era constante
y estaba entre tus labios
y en tu mirada.
Algunas veces
un hilo de tristeza
rasgaba el cielo.
Era la vida,
la lucha y las tormentas,
que acompañaban.
Vivimos juntos,
y juntos caminamos,
durante años.
Edad bonita
de infancia y juventud
que nunca olvido.
Fuiste mi madre,
la amiga que añoraba
y a quien quería.
¿Y a ti, mi padre
qué puedo yo decirte
que tú no sepas?
Os debo tanto,
que sobran las palabras
y hasta las "gracias".
Gracias por todo,
amigos, confidentes,
de vuestro hijo.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/23
Se echan de menos, más en estos días en los que la gente se apiña en los cementerios visitando a sus difuntos.
ResponderEliminarUn bello poema. Un abrazo, Rafael, feliz día
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Quien valora el esfuerzo de los padres y es agradecido es bienvenido a la vida ellos han sido siempre y lo son el motor de y nuestros guías.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Campirela, tienes razón.
EliminarUn abrazo.
Solo puedo dejarte un abrazo bien grande, Rafael.
ResponderEliminarGracias por tu abrazo y por tu visita y comentarios a mis versos, Verónica.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Bonito recuerdo y un agradecimiento que nunca se debe olvidar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Que originales versos en honor a nuestros seres queridos. Los padres nos enseñan a su modo, según aprendieron de sus padres y de la vida, pero sin lugar a dudas, su Amor es grande. Un abrazo y feliz semana
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.