Vengo del norte,
decía aquel poeta,
en unos versos.
Y describía
los sitios y lugares
donde nació.
Aquella aldea
de casas apretadas
con viejas piedras.
La iglesia austera,
románica de estilo,
con campanario.
La plaza alegra
con plátanos y tilos
y fresca fuente.
Y la campiña
sembrada con el trigo
y girasoles.
Luego las caras
curtidas de la gente
por el trabajo.
Y hasta los niños
que iban a la escuela,
salen a escena.
Y así los versos,
sin rima, del poeta
hablan del norte.
Su amado norte,
el norte de su vida
y de sus sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/23
Pueblo del norte que pervive en el corazón de poeta.
ResponderEliminarUn bello poema. Un abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
La nostalgia de un poeta, un pueblo imposible de olvidar.Feliz semana Rafael. Abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
Quien nombra a su tierra, poeta se le nombra .
ResponderEliminarUn bonito regalo para todos, en especial para aquellos que sean del norte , de cuál … del que sea. Un abrazo.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz día.
cuanta gente no añora su pueblo, cálido, hermoso como bien describes, precioso, un abrazo
ResponderEliminarGracias Bea.,
EliminarUn abrazo.
El poema me ha llevado.
ResponderEliminarHe visto la plaza con sus tilos y plátanos, las caras de la gente, la iglesia, los campos.
Gracias :)
Abrazo, Rafael.