Me diste un beso
y luego te marchaste
en aquel tren.
Marchabas lejos,
a tierras muy lejanas,
donde vivías.
Y me quedé
conmigo y el verano
que terminaba.
Éramos jóvenes
y el tiempo no corría
para nosotros.
Pero esta marcha
rompía los proyectos
que nos forjamos.
Adiós verano
y días tan felices
que compartimos.
Vas a tu vida,
me dije en un susurro,
y yo a la mía.
Pero me queda
tu amor y tu ternura
como recuerdo.
Y yo deseo
que nunca se marchiten
estas caricias.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/10/23
Un verano que no se olvida. Los hay perdurables.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Los amores de verano son ilusiones y algunos duran más de un verano. Abrazo
ResponderEliminarGracias Ester.
EliminarUn abrazo.
Lo mejor de los recuerdos es que no se marchitan y siempre están como el primer día.
ResponderEliminarUn besote, feliz jornada.
Por eso hay que cuidarlos, si son buenos, Campirela.
EliminarUn abrazo.
"Amores de verano, flores de un día son..."
ResponderEliminarPero queda el recuerdo que te ha inspirado tan bonito poema.
Saludos.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Es tan complejo amar con la consciencia de que puede terminar, y es que el amor se manifiesta en el corazón, no en la cabeza. Llega la realidad y quedamos divididos entre el sueño y lo tangible, entre lo que pudo ser y lo que resultó. Y pasa el tiempo... y el olvido resulta una burda utopía.
ResponderEliminarEs un bello poema porque tiene pureza de sentimiento. Un abrazo, feliz día amigo.
Paty
Un abrazo y gracias, Paty.
EliminarEsos recuerdos van de viaje por la vida con nosotros, imposible de olvidarlos. Bellos versos. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Rafael, tu voluntad y sentimiento retan al tiempo y al olvido, amigo...Esos recuerdos siguen latentes y vivos, los eternizas en cada poema...Una maravilla.
ResponderEliminarMi abrazo admirado y mi ánimo, compañero.
¿Quién olvida un beso?, bellos tus versos un abrazo Rafael desde mi brillo del mar
ResponderEliminarY qué hermosos e intensos fueron los amores de verano.
ResponderEliminarAlguno siempre queda en el recuerdo.
Abrazo, Rafael.