Gimen las olas
del mar embravecido
con marejada.
Las fuertes olas
azotan los cantiles
de la bocana.
Se ven gaviotas
luchando contra el viento
de la galerna.
Las caras tristes,
que tienen los marinos,
son un poema.
Rostros curtidos
con cuerpos al abrigo
del ventarrón.
Hay en sus labios,
el rezo y la colilla
de algún cigarro.
Piden al cielo
que ayude a compañeros
de esta tragedia.
Todos recuerdan
vivencias de un pasado
un tanto trágico.
Y mientras tanto
el viento mete miedo
con sus lamentos.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/01/25
La vida de los marineros es muy dificil, y las tragedias quedan en la memoria del grupo de pescadores. Muy buen poema.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Siento esos gemidos en tus versos, añorantes de un pasado que no volverá.
ResponderEliminarFeliz día Rafael.
Un abrazo
Una vida muy dura y más con mal tiempo. Los recuerdos reviven y avivan el miedo, sí.
ResponderEliminarMuy bien plasmado. Enhorabuena.
Abrazo, Rafael.
Profundidad y empatía en tus versos, Rafael...Haces tuyos los sentimientos de los marineros y te unes en profundidad al gemido de las olas y la lucha de las gaviotas...Precioso poeta, intuición y sentimiento se dan la mano.
ResponderEliminarMi abrazo siempre.