En un rincón del alma
las flores languidecen,
se apagan los suspiros
y el viento no se siente.
¡Qué cosa más hermosa
saber lo que se tiene,
la vida, los amigos,
la casa en que nacieres!
De pronto el calendario
nos dice que ya es viernes,
un viernes del otoño
con lluvia y agua nieve.
Cabalgan por el campo
jinetes en corceles,
que parten al destino
de rosas y claveles.
¡Qué bella es la alborada
y sus amaneceres,
primero prende el rosa
del cielo azul celeste.
Más luego que bostezan,
las nubes se mantienen,
por culpa de la bruma
y luego del nordeste.
En un rincón del alma
se agolpan los papeles,
son pétalos de flores
que nacen y que mueren.
Son lindas margaritas,
recuerdos más bien breves,
surgiendo del pasado
sedientos de saberes.
Ya suenan las campanas
de misa de las siete,
descorren las cortinas
las niñas y mujeres.
Más una muchachita
se pone el traje verde,
y cubre su cabello
para ir al miserere.
¡Qué pena esta muchacha
que corre y que no aprende,
la misa es una cosa
y amar es lo que debe!.
"...En un rincón del alma
está lo que ella quiere,
el labio, la sonrisa
y el beso que la ofrecen..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 19/12/11
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