Los recuerdos se duermen con el tiempo
y mis ojos se cierran mientras tanto,
una música suena dulcemente
y me deja la paz en mi costado.
Son canciones que llegan con la brisa
impregnadas de olores de los campos,
allí veo jazmines y lavandas,
y rosales con lirios y geranios.
Dejo sonar la música imperfecta
y que repique lento el bello adagio,
para sentir el beso del nordeste
que viene tras las huellas de mis pasos.
Sigo la estela dulce del sonido
para buscar la orquesta en el espacio,
al director de música y de coros
con la batuta firme de su mano.
Más conseguí olvidar tantos recuerdos,
momentos de sonrisas y de llantos,
en que viví la vida intensamente
y en que sufrí también, en otros ratos.
No quiero que se pierdan los recuerdos,
sólo que hoy no quiero recordarlos,
yo quiero corazón sentirte libre
ajeno a mil cadenas y candados.
Prefiero que la música me llene,
que el alma se alboroce con el canto,
que lleguen mariposas de colores
y noches paseando por el lago.
Yo quiero deleitarme con la música
y sentir el crescendo ilusionado,
quiero notar la sangre de mis venas
ardiendo por el beso de unos labios.
Los recuerdos se duermen con la música
y yo sueño en instantes añorados,
aquellos en que hablaba a las estrellas
y ellas me dormían en sus brazos.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/11/10
Es verdad q se duermen, pero ¡ay! de aquél q los crea olvidados, pues ellos siempre caminan a nuestro lado.
ResponderEliminar(Eso sí, los buenos y no los malos).
Te sonrío con el Alma.
Sonrío con tu comentario y simplemente estoy de acuerdo DesdMiVentana.
EliminarUn abrazo.