He sentido tu ausencia, linda amiga,
y un puñal se ha clavado en mi costado,
brincabas de alegría y sin fatiga
como un dulce peluche delicado.
Recuerdo acariciarte la barriga
y a tu hocico gatuno plateado,
dormiste entre mis brazos cual espiga,
que ahora, al recordarlo, yo he llorado.
Tenías tanta vida en tus ojitos
que mi vista buscaba tu figura.
Y quería tu roce cariñoso
sonriendo al sentir tus sambenitos.
Es posible que fuera una locura
el quererte, gatita, tan celoso.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/12/11
Los animalitos que son criados con cariño y cuidados, se vuelven tan leales y fieles, tan tiernos y amorosos, que sin darnos cuenta se convierten en los mejores amigos y compañeros.
ResponderEliminarQué bella amistad hicieron ustedes!