Me olvidé de besarte
y también de tus besos,
que sabían a gloria
y ahora ya no los tengo.
Se quedaron anclados
como viejos veleros,
tras volver a la ría
sin timón y sin remos.
Se quedaron prendidos
nuestros sueños en ellos,
con la brisa y nordeste
que cuajaron recuerdos.
Me olvidé de besarte
en los labios sinceros,
que eran una caricia
y ahora muero por ellos.
Se quedaron helados
los jazmines del huerto,
y también los rosales,
y los lirios eternos.
Se quedaron temblando
nuestros sueños tan bellos,
tiritando de frío
por temor a perderlos.
Me olvidé de besarte
y buscar el deseo,
en tus labios preciosos
que ahora son un recuerdo.
Se quedaron llorando
los gorriones sin vernos,
y también las gaviotas
que ya van de regreso.
Se quedaron dormidos
y volaron al cielo,
tantos sueños forjados
con amor en los pechos.
"...Me olvidé de besarte
y hoy añoro tus besos,
con tus labios de niña
tan hermosos yf rescos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
Sierrallana, 23/02/12
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