Tiemblo sin causa y razón
al pensar de estar contigo,
por hablarte y por mirarte
y sentir que estás conmigo.
Mis labios tiemblan no más,
y lo hacen como un niño,
cuando pienso que tendré
a tus ojos si los miro.
La noche se acerca ya
y se cubre el paraíso,
para cubrirte en su manto
con paciencia y con sigilo.
Contigo caminaré
hacia el fin de mi destino,
por cañadas y riberas,
por montañas y por ríos.
Y soñaremos despiertos
bajo la luz de los cirios,
esas estrellas preciosas
de un otoño renacido.
Tras la hermosa primavera
dejó el verano su estío,
en los campos y en los pechos,
en las almas y en el trigo.
Contigo yo escribiré
los poemas más bonitos,
esos versos tan hermosos
de tus labios que son míos.
...Los suspiros de los árboles,
los rosales tan floridos,
la canción de las sirenas
y el susurro de los lirios...
Todo, todo quedará
en el cielo bien escrito,
para siempre y para ti
por los siglos de los siglos.
Contigo quiero vivir
y morir si así es preciso,
en ese sueño de paz
que recibí en el bautismo.
De la inocencia precoz
quiero ese tiempo distinto,
quiero tus besos de niña
quiero soñar y vivirlo.
Porque a tu lado soñar
es continuar el camino,
para encontrar al amor
y gozarlo y compartirlo.
Contigo quiero dormir
y amanecer en el limbo,
con tus brazos y mis brazos
en perfecto remolino.
Tendrás el pelo revuelto
y tus senos doloridos,
por abrazos y caricias
de mis dedos intranquilos.
Y entre tus labios preciosos
migas de amor han nacido,
besos y besos robados
que yo anhelante persigo.
"...Tiembo sin causa y razón
y hasta casi ni respiro,
al pensar en todo esto
y entregarte mi cariño..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/12
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