I
El tiempo no se detiene
llega loco, y va trotando,
por la vida de los hombres
cual caballo desbocado;
él no sabe de sonrisas
de saludos y regalos
y prefiere cortar hojas
sin espinas en los campos;
es el tiempo del Quijote
y también del visionario
que anticipa las entregas
con el paso de los años,
se intercambian los pañuelos
con suspiros y rosarios
y hasta agota las sonrisas
de unos jóvenes ya ancianos...
II
Por eso el tiempo galopa
sin montura y paso a paso,
va desgranando, deprisa,
viejas cuentas de un rosario,
es la infancia ya lejana,
en la edad de los pecados,
con los sueños juveniles,
anticipos del trabajo,
en los sueños hay promesas
de princesas y relatos
con nacientes sentimientos
y latidos que hacen daño,
sin embargo todo pasa
y es el tiempo y su recado
el que aviva las pasiones
y el telón de cada acto...
"...El tiempo no se detiene,
yo me digo al recordarlo,
y lo veo, en esta hora
del invierno tan cercano..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/07/20
01/12/20
Maravilloso ❤
ResponderEliminarGracias Galilea.
EliminarAbrazo.
El tiempo ese oro pulido que no sabemos como detenerlo. Muy buenos versos Rafael. Un abrazo .
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
El tiempo nos prueba a todos, Rafael. Nos mira de niños y sabe que nos lleva en volandas, sin ningún miramiento. Sólo nos queda pararlo de vez en cuando y olvidarnos de él para vivir cada instante con intensidad.
ResponderEliminarMi gratitud por compartir tus bellas letras y mi abrazo admirado.
Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
La vida y el paso del tiempo Rafael. En su galopar describes claramente esas escenas del camino y sus designios. Un excelente romance poeta, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Juan.
EliminarUn abrazo.
Es un poema estupendo, la verdad, y bien cierto
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.