Las campanillas,
coquetas, se asomaban
a saludarte.
Y tú volabas,
pasabas sobre ellas,
acariciándolas.
Eran muy blancas,
quizás inmaculadas
y hasta inocentes.
¡Qué bella estampa
surgida de la mente
de algún poeta!
Quizás del Dios
que crea el universo
para los niños.
Y es que los sueños
se mezclan con la magia
y son eternos.
Pero tu encanto,
mi linda mariposa,
es especial.
Las campanillas,
los niños y los dioses
lo reconocen.
Y yo te miro,
te busco en la distancia
y te hago mía.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/20
Que bonito poema, esa mariposa te inspira bellos versos.
ResponderEliminarHe leído tu cuento que ha publicado Lujan, es muy bueno. Eres un escritor y poeta maravilloso, escribes y en todo nivel te destacas.
Te dejo un cariño.
mariarosa
Gracias María Rosa, pero trato de aprender de vosotros ya que todos aportáis mucho a mis letras.
EliminarUn abrazo en la noche.
Es precioso tu sentimiento tan tierno y tan delicado, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos con cariño en la tarde.
Gracias Auroratris por tu comentario.
EliminarUn abrazo en la noche.
Campanillas, niños y dioses alegrando las tardes, ante la mirada del poeta.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde
Sí, Albada Dos, así es.
EliminarUn abrazo en la noche.
Esas mariposas revolotean a las campanillas que querrán ...tal vez una comunión para ambas..Un feliz lunes.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo desde el lunes que termina.
Algo tienen esas campanillas que no nos has dicho Rafael y que esa mariposa y tú conocéis muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Es que guardan tanto, Juan...!
EliminarUn abrazo.
El poeta ve esas estampas y las versa.
ResponderEliminar"Y es que los sueños
se mezclan con la magia
y son eternos".
Abrazo, Rafael.
Gracias por fijarte en estos versos, Verónica.
EliminarAbrazo.
Bellísima inspiración! Muchos aplausos 👏🏼👏🏼👏🏼
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