Dice la brisa
palabras y susurros
que no se entienden.
Vienen de lejos,
cruzando los océanos
y las montañas.
Buscan oídos
que esperan presurosos
esas caricias.
El alma tiembla
queriendo descifrar
estas palabras.
Siente la brisa,
ansía los susurros,
se vuelve loca.
Y es que muy dentro
se encoge y se estremece
un corazón.
Y sorprendido
contempla este espectáculo
un gran silencio.
Brisa y palabras,
susurros, con caricias
apasionadas.
¡Qué sinfonía
de música sin nombre
nos deja el viento!
Rafael Sánchez Ortega ©
15/08/20
La brisa me trae tus palabras, en forma de sonidos que hacen de pilas alcalinas en los corazones.
ResponderEliminarQue la brisa te lleve mis mejores deseos. Un abrazo enorme, una feliz Navidad
Gracias por tu comentario, Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
La brisa nos recuerda que no estamos solos, que las estrellas del universo nos iluminan e inspiran, Rafael. Hay que seguir confiando y esperando siempre lo mejor.
ResponderEliminarMi abrazo madrileño, hoy muy frio y helado, pero entrañable.
Gracias por tus palabras y ese abrazo "madrileño, María Jesús.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico y hoy un poco frío y helado por el tiempo.
La brisa trae palabras, silencios elocuentes llenos de poesía y, también, caricias.
ResponderEliminarReflexivo poema, Rafael.
Abrazo.
Así es Verónica.
ResponderEliminarAbrazo.