Rosas que sangran
con lágrimas amargas
al ser cortadas.
Tú las prefieres
sentirlas como tiemblan
en los jardines.
Porque en tus dedos
se mueren, lentamente,
ante tus ojos.
¡Bellas las rosas
que cargan con las culpas
de los mortales!
Y con los sueños
que arrancan mil suspiros
del corazón.
Ellas son flores,
livianas y ligeras
como la brisa.
Pero las rosas
cautivan y seducen
sin darnos cuenta.
Son como estrellas
que surgen en la vida
de las personas.
Son los latidos
y el tiempo, congelado,
de los amantes.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/08/20
Las rosas, qué de vida trasmiten en su natural belleza. Sin cortarlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Albada Dos. Las prefiero "vivas"...
EliminarUn abrazo.
Como latidos tempraneros, precioso.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.
Sensible definición de las rosas y puestas en un poema muy delicado.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
No hay rosa que no sangre, ni rosa sin espinas. Bellos versos en honor a las rosas
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Rafael y feliz noche.
Con tu permiso me quedo con el último verso ..Los latidos congelados de los amantes.
ResponderEliminarAunque las rosa sea preciosa, esos latidos lo son más.Un abrazo
Gracias por fijarte en esos versos, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz sábado.
Ay esas rosas, cuánto nos inspiran, Rafael. Son auténticas estrellas de luz,que el universo nos regala para animarnos y llenarnos la vida de belleza. Siempre nos traen belleza, paz y fortaleza para seguir adelante.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu constancia, profundidad y belleza literaria.
Sí, María Jesús, tienes razón con las rosas.
EliminarUn abrazo y gracias.
Bellas rosas de pasión.
ResponderEliminarGracias Galilea.
EliminarLas rosas, metáforas, dualidad y como bien versas, estrellas.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarAbrazo.