viernes, 17 de septiembre de 2021

4.665 - CUÁNTA TRISTEZA...



Cuánta tristeza

dejaba en sus balidos

el corderito.


Nadie acudía

al grito desgarrado

que él proclamaba.


Porque en el suelo

yacía una ovejita

inanimada.


¿Era su madre

que estaba dormidita

o quizás muerta?


Nunca lo supe.

ni pude despejar

aquella duda.


Marche de allí

llevando el corazón

atormentado.


De vez en cuando

volvía la cabeza

para mirar.


Pero la escena

seguía igual que antes

con su tragedia.


Me sentí triste,

con rabia e impotencia

mal contenidas.


Rafael Sánchez Ortega ©

11/04/21

8 comentarios:

  1. uuuff profundo duro, hermosamente escrito, un abrazo amigo desde mi brillo del mar

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  2. Te dejo un abrazo para animar(te).
    Besos.

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  3. Doloroso poema. Es la verdad de la vida, también los animalitos sufren.
    Cuando hubo incendios en el Amazonas, publicaron la foto de una mona con su monito bebe muerto en los brazos, era tal el dolor que trasuntaba la imagen que no pude olvidarla en mucho tiempo.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Sí, María Rosa, hay imágenes que estremecen.
      Un abrazo.

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  4. Triste e impotencia, ellos también tienen sentimientos solo hay que oírles llorar. Un abrazo .

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