Entre las nubes,
ligeras y asuradas,
van las gaviotas.
Yo las observo,
las miro, mientras pienso,
en otros ratos.
Vuelvo al pasado,
me veo en La Cabaña,
con las chalanas.
Éramos niños,
jugábamos sin miedo
a los mayores.
Era en la rampla,
en ella nos bañábamos
entre sonrisas.
¡Cuántos recuerdos
conservo de esos ratos
y del salitre!
¡Bendita infancia
vivida intensamente
con inocencia!
Éramos niños,
decía más arriba
y es la verdad.
Pero queríamos
y amábamos la vida
intensamente.
Y allí te vi,
te amé y me enamoraste,
mi poesía.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/22
Bendita poesía que te lleva a recordar tan buenos momentos y a transmitirlos en tus poemas. feliz domingo de ramos.
ResponderEliminarmariarosa
Los recuerdos son algo inherente en las personas María Rosa, aunque unos guarden más que otros. Nunca olvidaré a un amigo, ya fallecido, que era un libro abierto de su vida pasada y lo trasmitía en sus escritos de esa manera.
EliminarUn abrazo y feliz domingo de Ramos, también para ti.
Cuando escribe poesía como es tu caso, los recuerdos que nos transmites nos llegan como forma de cuentos, que nos alegran y nos hace recordar cosas del pasado que a veces se nos olvidan y una palabra con rima nos la hace regresar al presente.
ResponderEliminarMuy feliz domingo de Ramos, ya sabes quien no estrena nada le cortan las manos ajja. Abrazos.
Gracias Campirela, tendré en cuenta tu consejo.
EliminarAbrazos.
Vital encuentro, y vital amor.
ResponderEliminarMil besitos en la noche, amigo Rafael.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo y feliz Domingo.
No podemos regresar, por eso la infancia es el edén perdido.
ResponderEliminarUn abrazo
Físicamente no podemos, Maripau pero, yo la añoro y quiero seguir en ella, a pesar de ser una utopía.
EliminarUn abrazo.