Te he vuelto a ver,
osito de peluche,
abandonado.
En un rincón
del ático, yacías,
entre juguetes.
Fuiste mi amigo
y eterno compañero
de tantas noches.
Tú me escuchabas,
paciente y cabizbajo,
sin decir nada
Fue, tu silencio,
un canto a la utopía
de aquella infancia.
Brotaron sueños,
leyendas y relatos
para nosotros.
Los compartimos,
al menos eso pienso,
si miro atrás.
"Cosas de niños",
decían los mayores
que no entendían.
Pero nos dimos,
cariño y compañía,
inolvidables.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/04/22
¡Qué belleza de poema! Tienes tanta razón, a veces los mayores no entienden ese apego, pero la verdad es que un juguete puede significar mucho más de lo aparente, puede ser nuestro fiel amigo, eterno compañero de aventuras y mejor confidente.
ResponderEliminarUna dulzura de poema amigo, te deseo una linda semana. Paty
Gracias por tus palabras y deseos.
EliminarUn abrazo y feliz semana, también para ti.
Ya estoy de vuelta.
ResponderEliminarRecuerdos muy tiernos.
Un abrazo
Gracias Carmen, bienvenida.
EliminarUn abrazo.
Recuerdos de antaño que cuando descubrimos en ese baúl guardado en el desván nos hace volver a nuestra niñez. Seguramente ese osito guardara secretos infinitos de aquel pequeño niño hoy convertido en hombre.
ResponderEliminarUn abrazo y muy feliz semana.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Y yo te he vuelto a visitar Rafael y me encuentro con tu hermoso poema que a todos nos trae recuerdos de infancia. Sería tan lindo volver a esa época de nuestras vidas. Te dejo un abrazo afectuoso.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario Lady Blue.
EliminarUn abrazo.