Suelo mojado
por culpa de la lluvia
de medianoche.
Lágrimas grises
de ángeles y arcángeles
por los pequeños.
Lavan la sangre
que estaba en los andenes
de la estación.
¡Cuánta miseria
se encuentra en muchas almas
envenenadas!
¿Por qué nos odian?
-preguntan esos niños
a los mayores.
Labios cerrados,
temblando por el miedo
nunca responden.
Así es la guerra
preguntas sin respuestas
que nadie entiende.
Mientras la muerte,
avanza, en su cosecha,
de tanto horror.
Que un nuevo sol
ofrezca las palomas
dejando paz.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/22
Muy buenas noches triste poema, pero es que triste es la realidad. Por eso pongamos una sonrisa en este final de domingo de ramos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Capirela, pongamos esa sonrisa.
EliminarUn abrazo en la noche.
¿POr qué nos odian?
ResponderEliminarPreguntan los niños.... no hay respuesta a tanta maldad.
Doloroso poema Rafael, más no hay forma de que algunos hombres calmen su odio.
mariarosa
Por desgracia es como dices, María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.