Croan las ranas
y saltan en las charcas
a nuestro paso.
Es muy curioso
mirar sus movimientos
celosamente.
Es muy posible
sentir mil emociones
al ver el cuadro.
"Rana, ranita..."
Cantábamos de niños
en los colegios.
Y las buscamos,
a veces, en espacios
donde no estaban.
Pero los sueños
aquellos, de la infancia,
eran muy bellos.
¡Cuánta ternura
había en nuestros ojos
tan inocentes!
Es imposible
vivir sin los recuerdos
de aquellos días.
Cierta nostalgia
acude hasta el otoño,
con estas ranas.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/04/22
Me llegaron del pasado muchos recurdos, intentaba agarrarlas y eran más rápidas que mi mano y cuando lo lograba su piel se escurría con ligereza.
ResponderEliminarBonito poema, ellas también se merecen versos amables.
mariarosa
Es cierto María Rosa.
EliminarUn abrazo y gracias.
El canto de las ranas me trae recuerdos de la niñez, me encanta oirlas. Bellos versos. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Las ranas no te creas que me gustan mucho , son pequeños anfibios pero parecen reptiles y esa patas ainsss me quedo con tus letras y a ellas las dejamos en sus charcas ajjaja , Un besote grande Rafael.
ResponderEliminarEs cierto que tienen ese aspecto que dices Campirela, pero son inofensivas.
EliminarUn besote y feliz domingo.
Para mi, el canto de las ranitas es el perfecto silencio, Se escucha su canto en Caracas a las seis de la tarde, parte de mi equipaje de nostalgias, ahora viviendo en Canada.
ResponderEliminarAbrazos Rafael
Gracias Natalia, me alegro de lo que me cuentas.
EliminarUn abrazo.