Llovió en la noche
La calle está mojada
y el cielo oscuro.
Abrió los ojos
el ángel que cuidaba
de tu persona.
Miró tu cara,
con labios semiabiertos
y una sonrisa.
Hoy, amanece,
de forma peregrina,
muy lentamente.
Y nuestro arcángel
paciente te cubría
y te tapaba.
Duérmete niña,
decía en un susurro,
no tengas miedo.
La vida sigue,
la lluvia no lo impide
ni el suelo aguado.
Tú, en tus sueños,
te mezclas con la lluvia,
bailas descalza.
Entre tus brazos
sostienes al osito
que te entregué.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/22
Mucha ternura en estos versos Rafael, son preciosos.
ResponderEliminarFeliz miércoles. Un abrazo
Gracias CArmen.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
Bonito y tierno poema. Una dulzura.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por tus palabras, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Destila mucha ternura, amigo Rafael. Muy bello.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias por verlo así, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esa niña en noches de lluvia se aferrara a su osito y de él cuidará como lo haría una mamá, ternura al poder y sensibilidad para poder expresarla. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Precioso! ❤❤
ResponderEliminarGracias Galilea.
Eliminar