Fresas silvestres,
he visto en los zarzales,
en el paseo.
Y te evoqué,
allí, en ese instante,
para cogerlas.
Sé que te gustan
y gozas recogiéndolas
para comerlas.
Veo tus labios.
Se mueven, temblorosos,
mientras mastican.
Quiero besarlos,
sentirlos con los míos
en comunión.
Así tendría
tus labios y las fresas
como regalo.
Pero tendré
el sueño de esta escena
y nada más.
De todas formas
con poco me conformo.
Me queda el sueño.
Y en él estás,
querida mariposa,
aunque estés lejos.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/22
Me gustan esas fresas salvajes. Feliz lunes Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarCon esas fresas silvestres, la mariposa revolotea aunque esté lejos.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es Maripau.
EliminarUn abrazo y gracias.
Fresas Silvestres me has recordado a una canción , aunque las letras no tenga nada que ver con ella , estas evocan a sueños a esa libre mariposa que revoloteando va por el campo .Bellas letras como nos tienes acostumbradas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue bonito poema, las fresas en mi país se llaman frutillas y son muy ricas y dulces. Cariños Rafael.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa, siempre se aprende algo de los amigos.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Sabrosos y sensuales versos. Bonito poema ❤
ResponderEliminarGracias Galilea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fresas salvajes y amor cercano y entrañable en tu poema, Rafael..
ResponderEliminarGracias por tus constantes letras que van bordando las horas del camino, amigo.
Mi abrazo y feliz mayo, que ya llega.
Gracias por tu comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo.