Vamos al campo,
dejemos atrás penas
que no son buenas.
Allí, sin prisa,
busquemos amapolas
y margaritas.
Hagamos ramos.
Conjuntos, en el alma,
de gran belleza.
Quiero enseñarte
el vuelo de las garzas
y las gaviotas.
Andarán cerca
de reses y ganados
que estén pastando.
Porque a su lado
encuentran alimentos
para vivir.
Cuando la tarde
se apague en el ocaso
nos volveremos.
Regresaremos
a casa, renovados,
con mil recuerdos.
Y allí seremos
felices los dos juntos
en un abrazo..
Rafael Sánchez Ortega ©
02/06/22
Un escenario idílico para dejar florecer la felicidad. Muy bonito, amigo Rafael.
ResponderEliminarMil besitos en la mañana.
Gracias Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Suficiente para ser feliz, no se necesita nada más . Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarCierto Campirela, gracias.
EliminarUn abrazo en la tarde.
la naturaleza nos prodiga felicidad por doquiera que se mire.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Rafael.
EliminarUn abrazo.
En la naturaleza las almas se aligeran de penas, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Es como dices, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Hermoso regreso al lugar de la vida.
ResponderEliminarMuy bueno 👏👏
Gracias Galilea.
EliminarEl campo campea abiertamente en tus versos, Rafael...Nos abre las puertas hacia el universo y el alma libre se recrea, poeta.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz mes de junio.
Gracias por tu comentario, María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz mes que acaba de entrar.