Quiero tus besos
tan dulces y sinceros
que fueron míos.
Tú me los diste,
mezclados con los versos
de aquel poema.
Fue en una noche
lejana del verano
donde surgió.
Nació el poema,
sin prisas, de tus dedos
y corazón.
Y me embriagaron
los versos y su néctar
junto a tu voz.
Cerré los ojos
volando con tus versos
y con mis sueños.
Fuimos felices
gozando los segundos
de cada instante.
Pero una noche
faltaste a nuestra cita
y no volviste.
Quiero tus besos
me dice el eco, siempre,
con mi silencio.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/06/22
Ay, el amor, ese sentimiento que nos llena por completo y nos hace pasar sueño.
ResponderEliminarAbrazos , feliz tarde.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Esos besos...que sigan en el recuerdo por siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Que sigan, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Se fue y dejó aquellos besos en el poema.
ResponderEliminarLa voz clama en cada verso.
Abrazo, Rafael.
"Aquella voz que clama en el desierto..."
EliminarGracias Verónica. Abrazo.
Cuánto se añora aquello que ya no está y que nos elevó a las estrellas!... lo que nuestra mente no concibe es que puedan llegar otros besos que nos eleven aún más alto. Pero si... y muy alto, hasta el infinito.
ResponderEliminarUn abrazo y beso para ti amigo. Paty
Así es PATY, tal y como dices.
EliminarUn abrazo.