Abre la puerta
y deja que el silencio
salga de casa.
Que entre la risa,
la luz de la mañana
y la alegría.
Que vuelva el canto
del mirlo, y el jilguero
con los gorriones.
Que salga el miedo
que existe en los rincones
tan escondido.
Que las banderas
palpiten en las almas
descontroladas.
Que las miradas
insistan en la búsqueda
de las estrellas.
Que nuestros sueños
se crucen en las noches
con los cometas.
Que en los relojes
se apaguen y se paren
los segunderos.
Abre la puerta,
te pido y solicito,
quedemos solos.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/06/22
Por las puertas abiertas, a la vida, y quién sabe...si a la muerte
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Me gusta ese sentimiento de abrir la puerta para que entre lo bueno, que el ambiente se renueve y si hay una pizca de malo que salga y al cruzarse lo uno con lo otro ni tan siquiera se den la mano...muy bonito si señor. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
¡Hermosa!... Es como un gran sueño hecho realidad, como un cuento, esos de finales maravillosos en que dos seres se unen y sienten que todo lo malo se va como por arte de magia.
ResponderEliminarUn abrazo para ti y una estrella para tu poesía, amigo. Paty
Gracias por ver todo eso en mis letras, Paty.
EliminarUn abrazo.
Que la puerta abierta traiga todo lo bueno.
ResponderEliminarBellos versos, Rafael.
Besicos.
Gracias por tus deseos Galilea.
EliminarBesicos.