Vuelvo al recuerdo.
Te veo todavía
por la alameda.
Es otro tiempo
que viene del pasado
con tu sonrisa.
Pero preciso
tu imagen y presencia
en el presente.
A veces pienso
con tanta fantasía
que va en mi alma.
Y me sonríen
tus ojos desde el cielo,
mi mariposa.
Veo tus alas
venir con tus caricias
hasta mi lado.
Siento el encanto
que dejan tus colores
en mis sentidos.
Y hasta me llegan
aromas de los campos
y los sembrados.
Tiempos pasados,
de eternas primaveras,
que siguen vivas.
En este agosto,
finales de un verano,
yo sigo amando.
Amo la vida,
los sueños y pupilas
de aquel poema.
En él volamos,
soñamos y escribimos
y nos amamos.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/09/23
Mientras vivan las primaveras podemos ir y venir, pasear por los recuerdos, abrazo
ResponderEliminarGracias Ester.
EliminarAbrazos.
Bellísimo, muy intenso.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario.
EliminarAbrazo.
Esos tiempos que dejan tatuados al corazón. bellíismo poema.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo
El recuerdo une siempre el pasado y el presente y lo hace eterno, Rafael...Como eternos son tus versos, que nos llevan a renovar sentimientos y momentos inolvidables, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo siempre, compañero.
Muchas veces el soñar despiertos nos mantiene.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.