Juegan los niños,
ayer a las canicas
hoy con el móvil.
Los tiempos cambian
y todo se transforma,
también los gustos.
De ayer, recuerdo,
mecanos y camiones
y algún parchís.
Había pocos,
juguetes en las casas,
para los niños.
Pero los niños,
que entonces abundaban,
eran felices.
Hoy ya no hay niños,
muy pocos por familia,
apenas uno.
(Salvo excepciones)
Hoy, los juguetes,
son máquinas robóticas,
sofisticadas.
hoy no se juega,
tampoco como antaño,
sin adición.
Y es que los móviles
igual que otros juguetes,
hacen de todo.
Y eso es lo malo.
Se pierde la inocencia
de esas edades.
Niños muy serios
ajenos a la vida
y a la familia.
Y ante esta infancia,
que veo y que me duele,
siento tristeza.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/09/23
Hola Rafael, de nuevo aquí con todos vosotros. Unos versos vestidos de nostalgia, que pena que se hallan perdido esos juegos. Es muy triste lo que les espera a esta infancia y las posteriores.Feliz día. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo y bienvenida.
Hola amigo, buenos días. Comparto contigo esa preocupación y tristeza. Este sistema es muy ambicioso y muy hábil porque está logrando cambiar lo más inocente y natural del ser humano y que es su niñez, la cual, además, forma los pilares de su carácter. Y nosotros los adultos, que debiésemos dar el ejemplo, muchas veces hacemos lo contrario porque no solo vemos mucha pantalla sino que cedemos ante la insistencia y se las pasamos para que se queden en silencio, tranquilos y quietos. Debemos estar conscientes y alertas, llevándolos a el mundo real y tangible, sacarlos de la adicción hipnótica, a la vez de salirnos nosotros también. Un gran tema Rafael, muy actual, muy sensible y que está distorsionando, negativamente, las relaciones, las familias y en especial, los cerebros del futuro de la humanidad.
ResponderEliminarTe mando un gran abrazo amigo, y un gran gracias por tu relevante poesía.
Paty
Gracias por tus palabras y comentario Paty. Coincido contigo y me alegra lo que dices.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Comparto tu opinión totalmente. Tengo un nieto de 10 años, que aparte de la táblet, no le interesa nada más. Ya no juega con nada. Es muy triste, pero es lo que hay. Las tecnologías se están cargando las relaciones, los juegos y muchas cosas más.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Julia, somos varios los que coincidimos.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Todo cambia, los niños, los mayores y las costumbres. Muy bueno tu poema, todo un canto a la realidad actual.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Infancias muy diferentes a las que recordamos como propias. habrá qué ver la influencia de tanta pantalla. Me da un poco de pena ¿eh?
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael. Por un viernes con mirada infantil
Por ese viernes, Maripau, y no pensemos en esas "pantallas" que bastante daño hacen mal usadas.
EliminarUn abrazo.
Buena crítica a la tecnología actual Rafael...Todo lo que nos separa de la naturaleza y de los seres queridos no es nada bueno, tanto para niños, como para mayores...La comunicación personal es necesaria para madurar y superarnos, también el juego al aire libre.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz octubre, amigo.