Pasan los días,
y el invierno recoge
su capa blanca.
Aunque este año
lució por poco tiempo
su vestimenta.
Algo de frío
con vientos y galernas
y pocas lluvias.
Se van las horas,
la nueva primavera
viene asomando.
Y su sonrisa
es triste y temblorosa
con mucho miedo.
Días inciertos
de risas y de llantos
están de espera.
Y con su manto
de flores, remendado,
ella se acerca.
Y tú te vas,
poeta, tan humano,
a las estrellas.
Dejando atrás,
un mundo y una vida
que disfrutaste.
Pero sonríe,
tú fuiste el personaje
de tu poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/03/24
Cuando un poeta se va, tal vez se incorpora a un coro de musas para seguir versando.
ResponderEliminarUn bello poema. Un abrazo grande, Rafael.
Así es, Maripau.
EliminarUn abrazo.
Pasan los días pero en cada uno de ellos queda algo nuestro. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ester
EliminarUn abrazo.
La primavera anuncia sus bondades, pero el cielo pareciera ser nuestra última morada, y toda nuestra energía espiritual se inclina a mirar hacia lo alto. La primavera hace de manto perfumado y tibio, nos acoge y calma, mientras todo sucede arriba y alrededor.
ResponderEliminarHermosa bienvenida a la primavera amigo, un abrazo.
Paty
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.
Nunca se va un poeta, sus versos lo reviven y lo hacen presente. Bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Que sigan pasando los días acompañados de tus versos. Un abrazo Rafael
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Gracias por compartir este poema tan reflexivo y conmovedor. Invito a todos a leer mi nuevo post y compartir sus pensamientos. Gracias.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario Melody Jacob.
EliminarUn saludo.
La huella en los pixeles quedará y tal como los arqueólogos , vendrán nuevos dedos a hurgar por los rastros
ResponderEliminarBuena jornada 👍
Gracias Ely.
EliminarUn saludo y feliz semana.
Muy hermoso ❤
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