La nieve del monte
son copos divinos,
que mandan los dioses
dejando suspiros.
Se cubren los bosques
con manto infinito
y ofrecen sus ramas
encantos y brillos.
Tú ves esa magia
y sueñas cual niño,
por ser ese verso
de un mundo perdido.
La parte pequeña
y ahogada es un grito,
que pide y que busca
ternura y cariño.
La nieve del monte
nos deja sus mimos,
con manto de plata
teñida de armiño.
No temas y sueña,
soñar es bonito,
si sueñas ya amas,
un Niño nos dijo.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/24
Que siga veando y lloviesndo Rafael, que no nos falte el agua. No hay nadie como un niño para decir ternura. Preciosos estos versos. Feliz fin de semana. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Bello poema, con todo tu estilo y belleza.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Un bello poema de nieve e infancia, de aromas a leña ante una fogata. De sueños y anhelos llenos de esperanza, del niño que fuimos ante la ventana.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
versi di estrema bellezza e dolcezza
ResponderEliminarUn carissimo saluto
Gracias Giorgio.
EliminarUn saludo.