A veces un descanso
conviene, y es preciso,
parar de los galopes
y el canto de los grillos.
La vida y sus galernas
nos llevan con sus hilos,
al mundo de las prisas
con miles de latidos.
Latidos presurosos,
bostezos infinitos
arritmias alocadas
y llantos en los niños.
Las prisas no son buenas
y es cierto lo que digo,
son de otros estas citas,
yo solo las repito.
Paremos unos días
buscando el equilibrio,
seguro que hallaremos
la sabia de los libros.
Encanto y ese canto
perfectamente unidos.
que tanto precisamos
y ansiamos con cariño.
Paremos este instante
al mundo y los sentidos,
soñemos, simplemente
y amemos como niños.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/03/24
Hay que descansar y frenar la prisa. Si no podemos parar el instante por lo menos disfrutemoslo a tope con lo que llevemos en mano. Y aí, amemos como los niños... que ternura Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto Carmen.
EliminarUn abrazo.
Hola Rafael. Tal vez allí, en ser como niños, allí está el secreto de la felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es como dices, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Un besote para ese niño que hay dentro de ti. Y como los peques, a veces haya que tomarse un descanso y ver más allá.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo.
Este mundo en que vivimos está infectado de una velocidad que no va acorde a nuestra naturaleza, necesitamos aprender a no hacer nada, aunque suene absurdo.
ResponderEliminarExcelente tema amigo, lo abordas muy sabiamente, te mando un abrazo.
Paty
Gracias Paty.
EliminarUn abrazo.
Este tiempo de urgencias impostadas nos deja el corazón estresado, y la mente ardiendo.
ResponderEliminarPor pararse de vez en cuando. Un abrazo, fuerte, Rafael.
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Ay esas prisas, que nos llevan a un callejón sin salida y después vienen ansiedades y depresiones...Qué bueno es parar, como bien dices y saborear la belleza de la vida con tranquilidad, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Rafael.
Gracias por tus palabras y comentarios de hoy, María Jesús.
EliminarUn abrazo.