Cuando el amor es el centro
y la sangre la tormenta,
todo parece distinto
y hasta la nieve es arena.
Llamas de amor en el fuego,
pequeñas y rojas lenguas,
son como trazos divinos
en las coquetas veletas.
Dicen los viejos y ancianos
que en el amor hay leyendas,
que unos amantes murieron
por el dolor y la pena.
Pero también otros dicen,
lo que escucharon de cerca,
y es que al amor lo robaron
y se llevaron su prenda.
Quedan allí las historias,
trozos de amor de la aldea,
son los pequeños retales
de la cocina y taberna.
Cuando el amor es el centro
hasta los cuerdos se alteran,
mientras los locos sonríen
entre cordura y tinieblas.
Lava que sueltan los montes,
sangre que escapa en las venas,
ríos sin agua y vacíos
sed de gargantas sedientas.
Dicen también los marinos
que en el amor no hay fronteras,
como el de aquel marinero
y la mocita traviesa.
Él la tomó entre sus brazos
junto a la vieja trainera,
y se quedó en esta Villa
a compartir y quererla.
Para sentir su cariño,
para juntarse en la niebla,
mientras unían sus vidas
entre el amor y la tierra.
"...Cuando el amor es el centro
sobran también los poemas,
pues con un beso robado
sientes cariño muy cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/04/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario