Por un momento creí
que estabas enamorada,
que sentías en tu pecho
lo mismo que yo en el alma.
Y lo sentí tan profundo
que me faltaron palabras,
las mismas que te sobraron
para dejarme en la nada.
Era invierno y lo recuerdo,
te volvía para casa,
resguardada en un abrazo
y cruzábamos la plaza.
Una sombra en la alameda
se cruzó con nuestra marcha,
le miraste, con tus ojos,
y temblaron mis pestañas.
Fue un instante solamente,
una brisa y una ráfaga,
un cruel escalofrío
recorriéndome la espalda.
Y el abrazo consentido
se volvió desesperanza,
y la sombra en vil tormenta
desgarrando las entrañas.
Yo sentí que te perdía
y a la vez que te alejabas,
tras los pasos y figura
de una bruma encadenada.
Continuamos en la noche
caminando por las ramblas,
el silencio nos cubría
y su espada me cortaba.
Maldije entonces la hora
y las palabras negadas,
en que no supe decirte
lo que sentía y pensaba.
Confieso mi cobardía
y te dejé que volaras,
con tus sueños juveniles
hacia la rosa temprana.
No fui capaz de decirte
que te quería y amaba,
y de gritarlo a los vientos
y a todo el mundo a la cara.
Ni fui capaz de mirarte
y preguntar si me amabas,
para obtener la respuesta
y defender esa causa.
"...Por un momento creí
que yo en tu pecho moraba,
más fueron sueños de niño
al escuchar una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/13
que estabas enamorada,
que sentías en tu pecho
lo mismo que yo en el alma.
Y lo sentí tan profundo
que me faltaron palabras,
las mismas que te sobraron
para dejarme en la nada.
Era invierno y lo recuerdo,
te volvía para casa,
resguardada en un abrazo
y cruzábamos la plaza.
Una sombra en la alameda
se cruzó con nuestra marcha,
le miraste, con tus ojos,
y temblaron mis pestañas.
Fue un instante solamente,
una brisa y una ráfaga,
un cruel escalofrío
recorriéndome la espalda.
Y el abrazo consentido
se volvió desesperanza,
y la sombra en vil tormenta
desgarrando las entrañas.
Yo sentí que te perdía
y a la vez que te alejabas,
tras los pasos y figura
de una bruma encadenada.
Continuamos en la noche
caminando por las ramblas,
el silencio nos cubría
y su espada me cortaba.
Maldije entonces la hora
y las palabras negadas,
en que no supe decirte
lo que sentía y pensaba.
Confieso mi cobardía
y te dejé que volaras,
con tus sueños juveniles
hacia la rosa temprana.
No fui capaz de decirte
que te quería y amaba,
y de gritarlo a los vientos
y a todo el mundo a la cara.
Ni fui capaz de mirarte
y preguntar si me amabas,
para obtener la respuesta
y defender esa causa.
"...Por un momento creí
que yo en tu pecho moraba,
más fueron sueños de niño
al escuchar una nana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/02/13
exactamente eso: el no atreverse a manifestar la verdad de un sentimiento, en el momento que se siente, hace que por nuestra vida pasen bellas oportunidades, aunque seguro habrán otras. Bellísimos versos Rafael. Un abrazo.
ResponderEliminarEs muy frecuente ver estas escenas y si analizamos un poco en nuestro interior, muchas veces vemos que incluso podemos ser protagonistas directos o indirectos de aquel primer amor romántico, el que asomó a nuestras pupilas cuando éramos unos niños aún.
EliminarUn abrazo en la noche Paty.,
Hola Rafael, un intenso amor no confesado, y es que a veces el miedo nos paraliza por completo.
ResponderEliminarMe gusta el ritmo que encuentro en tus letras.
Un abrazo y linda semana.
Como bien dices Betty, el miedo puede hacer que muchas veces nos paralice por completo.
EliminarEn cuanto al ritmo del poema es el habitual del romance.
Un abrazo y linda semana también para ti.
Me deja destrozado el corazón...Cuánta angustia en la voz del hablante!... Las sombras del pasado a veces vuelven para desbaratarnos lo que creímos firmemnete construído , pero en el caso de tu poema parece ser un amor que por timidez no fue declarado ...
ResponderEliminarPor otro lado, mejor saber luego una verdad así, antes de seguir engañado, no?
Ufff...pero ya me "volé" demasiado. El asunto es que es un poema que toca las fibras más sensibles de mi ser, es hermosamente triste, absolutamente bien narrado en tus versos del alma.
ABRAZOS GRANDES, POETA Y AMIGO.
Es cierto que el protagonista deja esa angustia en los versos y más al describir de una forma directo aquel momento que dejó grabado en su corazón. Hay incluso un reproche velado hacia Ella, pero más hacia Él que no fue capaz de hablar y decir lo que sentía, porque quizás dio por conseguido un sentimiento inmaduro.
EliminarUn abrazo en la noche querida Maritza.
Me trajo muchos recuerdos,,, creo que todos hemos pasado por instantes así de mucha emoción pero que la timidez o la falta de confianza permite que se escape la felicidad tan anhelada.
ResponderEliminarHermoso , un placer leerte mi querido Rafael, te dejo un abrazo, bonita noche!
Pienso como tú Cristina y situaciones parecidas han pasado cerca y quizás forman parte en nuestros recuerdos.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Deberías habérselo dicho, amigo, tal vez aún estaría a tu lado.
ResponderEliminarRafael, no sé exactamente cómo lo haces pero tus poemas siempre me ponen los pelos de punta, tienen una dulzura, una cadencia, un ritmo precioso, se podrían cantar, se podrían recitar en voz alta...
precioso.
Sí, Ángela, es que el protagonista, en el fondo, es un poco infantil, quizás por esa condición soñadora que lleva en su alma. A lo mejor hay que decirle que la vida real es otra y diferente, no sé. Aunque tal vez, es mejor dejarle así y que siga escribiendo.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Gran desconsuelo desprenden tus versos, hoy, amigo Rafael. Dicen que el amor es ciego, que la mirada lo dice todo, y es verdad que la mirada lo dice casi todo, pero a veces esa ceguera nuestra no permite leer en el fondo de la mirada de quien tanto se ama y llegan entonces los desengaños y se van los sueños.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Rafael. Que pases un feliz día
Fina
Pues si Fina, tienes toda la razón con esa exposición en tu comentario. Los ojos del corazón son ciegos a la luz del amor y no ven más allá de sus latidos. Cuando llega un desengaño se rompen los sueños y es como volver a empezar, "pero con menos fuerzas".
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Qué tierno poema, Rafael, igual que una nana.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Amapola por ver así los versos de este poema.
EliminarBesos y feliz día.
JOPE AMIGO UUFF A VECES PASA NUESTROS MIEDOS NOS GANAN , PRECIOSO Y FELIZ DIA POETA Y BESOS DESDE MI BRILLO DEL MAR
ResponderEliminarEs cierto Beatriz, suceda tal y como dices.
EliminarUn abrazo y feliz día.
pura ternura el protagonista
ResponderEliminarabrazos y feliz jornada
Gracias Elisa,
Eliminarun abrazo en la noche.
A veces por miedo o timidez se deja pasar la felicidad soñada...
ResponderEliminarPreciosos tus versos Rafael.
Feliz semana.
Un cálido abrazo. POETA
Sí, Sneyder, suele suceder muchas veces y lo vemos a menudo a nuestro alrededor.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
¿Cuánto duelen la usencias cuando moran en el deseo de nuestra alma? ¿Cuánto duelen las pérdidas cuando es lo más importante que tenemos?
ResponderEliminarEs una hermosa poesía que derrama sentimientos mientras se queja de las palabras no dichas que podrían haber asegurado el amor deseado.
Tu poema me ha llevado a lo más profundo de mis sentimientos...
Un abrazo.
Gracias Impersonem, pero supongo que casi todos tenemos algo que decir al respecto, ya que es un tema o noticia habitual entre las personas románticas.
EliminarUn abrazo.
muchas veces perdemos por no atrevernos a hablar... abrazos amigo
ResponderEliminarSi, Alicia, es tal y como bien dices.
EliminarUn abrazo en la noche.
siempre es mejor decir lo que se siente, sino pasa algo y puedes perder la oportunidad de tener un amor más duradero.
ResponderEliminarPienso como tú, pero a veces la timidez, otras la cobardía y en algunos casos causas externas hacen que el silencio sea la mejor "palabra", y hasta que algunos crean, (o creamos), haber hablado y transmitido lo que sentían.
EliminarUn abrazo en la noche.
Dejarte en la nada... ¡cuánto encierran estas palabras, Rafael! es sentir un vacío en el alma, es sentir que lo has tenido todo y ahora no tienes nada.
ResponderEliminarPero con cuánta profundidad versas, amigo, es increíble el fluir de tu inspiración como si fueras un manantial que no cesa de derramar sentimientos.
Mi admiración y un beso.
Quizás esa sensación "de la nada" es algo corriente entre los poetas, ya que esa mención y metáfora la han empleado muchísimos autores para señalar el vacía en la vida y en el alma.
EliminarEn cuanto a la segunda parte de tu comentario supongo que es algo accidental esta inspiración y solamente eso.
Gracias por tu comentario y un abrazo en la noche María.
Cuántos momentos felices los de la infancia Rafael; esos años febriles, donde el amor ya comienza a despertar de los sueños desde el primer canto de la madre. Esa sombra en la alameda quizá fuera el temor por la indecisión, en su caso nunca cobardía, pero sí algo muy bello ¿no te parece? Y el que lo sintió, como tantos lo sentimos, lo sabe.
ResponderEliminarUn gran romance infantil digno de un poeta y dedicado al primer amor.
Un abrazo en la noche. Juan.
Sí, Juan, me inclino por esa "indecisión", (quizás falta de madurez), o simplemente esa edad infantil-juvenil que todos hemos pasado.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo en la noche también para ti querido amigo.
La imagen es inspiradora y aporta realismo y cuerpo a tus versos,Rafael,que nos hablan de lo que pudo ser y no fué...pero que sigue siendo en el alma del poeta,porque su sentimiento es eterno...y en él se baña y se recrea continuamente.Una gozada,como siempre,amigo.
ResponderEliminarMi abrazo grande,poeta y amigo.
M.Jesús
Gracias M.Jesús por tu comentario y percepción de mis versos que se acercan bastante a la intención de los mismos.
EliminarUn abrazo en la noche querida amiga.