Una pizarra
al frente de la clase
y una tarima.
El encerado,
me llega en el recuerdo
con viejas fórmulas.
Unos dictados,
algunas matemáticas
con ecuaciones.
También la frase,
"no pidas imposibles
a tu futuro".
Hoy me sonrío
y pienso en esos tiempos
y en esa edad.
Éramos niños,
un poco adolescentes,
barlibampiños.
Por eso busco
la paz y la sonrisa
de aquellos tiempos.
Era la brisa,
del norte y el nordeste
y el mar cantábrico.
Viejos cantares
que añoran, en mi alma,
ver hoy la luz.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/02/23
Bellos recuerdos de una infancia que ya no es, pero ahí en nuestra mente está, aparece para hacer lindos versos. Feliz domingo. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Carmen, es como dices.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Cuantos recuerdos nos trae esa pizarra, y el profesor serio sentado detrás de esa mesa inmensa, imponía sus reglas. Bonitos recuerdos.
ResponderEliminarBesotes.
Cierto Campirela, volvemos a esos años.
EliminarUn abrazo.
También está el recuerdo del castigo de cara a la pizarra con el gorro de burro en la cabeza 😅
ResponderEliminarBuena jornada
Es cierto Elisa. (Una sonrisa y gracias)
EliminarFeliz domingo.
Cuando la nostalgia aflora en nuestra memoria, regresan esos años hermosos, plenos de sueños e ideales. Bello y emocionante poesía.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa, esos recuerdos son muy bonitos, de veras.
EliminarUn abrazo.
Persiguiendo el edén perdido de la infancia.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Llega ese olor a tiza...
ResponderEliminarMuy bueno!👏🏼