Sin tu presencia,
persigo una utopía,
y soy consciente.
Pasan las tardes,
las horas corren lentas
y tú no estás.
Llegan las noches,
nos cubren con su manto
de soledad.
Y yo me aferro,
al sueño de los niños
enamorados.
Ellos no piensan
se entregan, sin reservas
y solo sueñan.
Entonces sueño
que estoy en tu regazo
y me acaricias.
También que duermes,
me acerco hasta tu lecho,
beso tu frente.
Se mezclan brumas
con noches estrelladas
que me cautivan.
Siento tu cuerpo
cercano, que suspira
y se estremece.
Y así pasamos
la noche en la distancia,
con nuestros sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/02/23
Los sueños también nos anclan a la vida.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Es cierto Verónica.
EliminarAbrazo.
Pues sigamos soñando con esos recuerdos bellos, para seguir vibrando con la vida Rafael, Feliz fin de semana. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarAbrazos.
La presencia y la esencia no siempre coinciden
ResponderEliminarBuen fin de semana
Es cierto Elisa.
EliminarFeliz finde también para ti.
Sueños que ayudan a vivir, un poema que llega al corazón. Feliz finde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Gracias Arthur.
ResponderEliminarQué nostalgia de ese ser amado, que nos llena.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Hay sueños que unen a personas, solo hay que tener la mente avistada y ser constantes , puede que hasta en ellos se forje una gran amistad, Los sueos como bien dijo el poeta sueños son.Pero que seriamos sin ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido con lo que dices Campirela.
EliminarUn abrazo.
Presente siempre en los sueños... en los recuerdos.
ResponderEliminarPrecioso ❤