Fuente de piedra
que estás en los jardines
que bien conozco.
Calma la sed
del hombre y peregrino
que se te acerca.
Dale esa agua
que sacie la secura
de su garganta.
Y que esas gotas
se esparzan por sus venas
y corazón.
Quiero escuchar
muy fuerte, sus latidos,
pidiendo amor.
Para que siga
la búsqueda, sin prisas,
de la utopía.
Fuente de piedra
no rompas el hechizo
de los poetas.
Porque tus sueños
se forman cada día
con pocas cosas.
Está en el agua
que mana en tus entrañas
para sus labios.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/11/21
Qué belleza amigo, el sostén de tus versos es la grandeza de lo invisible. Esa simple agua, esa simple fuente... tan humildes, tan sencillas y tan grandiosas al unísono. Nuestra vida y peregrinaje penden de esas finuras. Gracias por tu poesía Rafael que rescata tu mirada y la mirada del mundo a través las pupilas de un renacido niño.
ResponderEliminarTe deseo un nuevo ciclo lleno de grandes aventuras para el alma, aquellas que nos hacen crecer, de vez en cuando sonreír y sentir cada vez más el amor como el motor de nuestro devenir y la luz de nuestro espíritu. Un grandioso abrazo. Paty
Gracias por tus palabras Paty. No tengo yo ninguna acertada para responderte, así que gracias.
EliminarUn abrazo y Feliz Año, también para ti.
Muy bonito poema, amigo Rafael... las fuentes de piedra emanan inspiración.
ResponderEliminarMil besitos en la tarde.
Gracias por tu comentario, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Los latidos de esa fuente tienen magia.
ResponderEliminarBellos versos en honor a la fuente de agua.
Feliz 2022 Rafael.
Un abrazo
Gracias por tus palabras Carmen.
EliminarUn abrazo y Feliz 2022.