Libros sin nombre
de páginas usadas
que estáis muy lejos.
Os arrancaron
de alguna estantería
las viles manos.
Allí dormían
las letras inconclusas
de los poemas.
Y allí quedó
el hueco y los suspiros
de los amantes.
Porque los versos
carentes de susurros
se evaporaron.
Ya nada importa
la risa de la vida
y las personas.
Ni el triste llanto
del niño enfebrecido
por sus caprichos.
Por eso callan
las fuentes del otoño
tan sibilinas.
Solo el silencio
se acuerda de los libros
sin decir nada.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/12/21
Un poema donde la realidad nos llega con la misma nostalgia que tú declamas, amigo Rafael. Pienso en esos libros, su espacio ... su contenido.
ResponderEliminarMil besitos en la noche.
Creo que todos tenemos algún libreo parecido y con él, muchos recuerdos inolvidables.
EliminarUn abrazo Auroratris.
Hay libros que están repletos de vidas, que si arrancan tan solo una página les quitan el alma, aunque sean objetos inanimados sufren la crueldad de quien los desarma. Bella poesía. Abrazos en esta tarde - noche super fría.
ResponderEliminarEs que cada libro es una vida, una historia, y cada página un suspiro, Campirela, ¿no crees lo mismo?
EliminarUn abrazo en esta noche, por aquí también, con mucho frío.
Esos montones de libros viejos, como manzanas podridas, qué pena dan.
ResponderEliminarUn abrazo
Me pasa lo mismo, Maripau, cuando los veo.
EliminarUn abrazo.
Libros que quedaron inconclusos, con páginas arrancadas. Esos libros quedan en la memoria y el sentimiento de quienes los escribieron.
ResponderEliminarAbrazo, Rafael.
Cierto Verónica, es como dices.
EliminarUn abrazo.
Esos libros antiguos contienen no sólo sus historias, también parte de las nuestras y nunca falta en su interior; una tarjeta con un mensaje o una flor, recuerdos de gratos momento.
ResponderEliminarmariarosa
Tienes razón, María Rosa, a veces se encuentran esas notas, tarjetas, flores...
EliminarUn abrazo y feliz domingo.