Leí un poema.
Las olas, en la orilla,
fueron oyentes.
Y me escucharon.
lo digo con orgullo,
te lo confieso.
Bonita forma
de amar la poesía
y de cuidarla.
Hoy, te prometo,
que estabas en mi voz
y en mis palabras.
Fuiste la musa,
la cara de mis versos
y de mis rimas.
Porque tus sueños
estaban en mis sueños
y en mis latidos.
Hoy lo recuerdo
y vuelvo hasta la playa
a dar las gracias.
Porque las olas,
silentes y calladas
están cantando.
Es la resaca,
me dicen tus suspiros,
desde mi alma.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/21
Bonito y profundo testigo, el mar, de esa voz que poetiza con la vida…
ResponderEliminarPrecioso, querido amigo.
Abrazo grande, y muy feliz día 💙
Gracias por tu visita y palabras, Ginebra.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Las olas, el mar y la arena y, no nos olvidemos del cielo. Tres azules y un marrón. los colores de un sueño.
ResponderEliminarBesotes.
Cierto Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo en la noche.