Cantan las ranas,
a la orilla del puente,
por la mañana.
Así la escucho
y siento que su canto
es una "nana".
¿A quién le cantan?,
me digo y me pregunto,
y no hay respuesta.
Quizás al río,
al niño, al paseante
y hasta a los cielos.
Quizás, su embrujo,
es parte del encanto
que nos regalan.
De todas formas
es dulce y agradable
lo que nos dejan.
Por eso insisto,
no cejes en tu canto,
sé mi alegría.
Escucho al viento
que me habla y me susurra
desde el silencio.
Canta la vida.
Nos dice que adelante,
¡cantan las ranas...!
Rafael Sánchez Ortega ©
20/11/21
El canto de las ranas algunas de ellas dicen que es como una carcajada, así pues alegría debe ser poder oírlas cantar. Un abrazo Rafael, feliz noche
ResponderEliminarPor aquí, es frecuente su canto, afortunadamente, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche y gracias.
Croan al tiempo
ResponderEliminary al rumor de la brisa
bajo los lotos.
Alguna llora
Siente melancolía
Piensa en su cielo.
Un saludo Amigo.
Lindos versos a los que otra 'rana' no se resiste
Gracias por tus versos y palabras, Elisa.
EliminarUn abrazo en la noche.
Ranas y mariposas, que alegren los oídos y la vista de quien amó.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz finde
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo y feliz finde, también para ti.
En mi ciudad, Caracas, se siente el canto de las ranitas partir de las seis de la tarde. Es el silencio perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo!
Seguro que son lugares encantadores, Natalia.
EliminarUn abrazo.
Si algo me gusta, y mucho, es escuchar el croar de las ranas al atardecer en verano.
ResponderEliminarEl poema me ha llevado a un lugar añorado, con sus ranas y recuerdos añorados.
Abrazo, Rafael.
Hay sitios inolvidables Verónica, como bien dices.
EliminarUn abrazo.