Un ramillete
de rosas y claveles
sobre la mesa.
Cerca unos libros
descansan apilados,
algo impacientes.
Tienen sus letras
migajas de otras rosas
y ciertos besos.
Rosas perdidas,
un día rescatadas
por un poeta.
Besos robados
en medio de la tarde
por el silencio.
Por eso buscas
candor, en esta escena,
tan pintoresca.
Candor y amor
envueltos en ternura
hay en el ramo.
Una sonrisa
se escapa de los labios
con impaciencia.
Y las pupilas
se llenan de ternura
con esos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/21
Esos libros, con besos y pétalos, qué de recuerdos conllevan.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz tarde
Cierto Maripau.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Hay versos que llegan al alma y que se sienten como besos y caricias de pétalos.
ResponderEliminarQué bonitos tus versos
Besos enormes y feliz tarde.
Es como dices María.
EliminarUn abrazo.
Quien no tiene un libro que cuando lo abres ves unos pétalos de rosas y comienzas a pensar, de quien serian y los recuerdos llegan y esa sonrisa se va haciendo cada vez mas bella, porque los recuerdos te vienen cierras los ojos y tu mente vuela, suspiras .... y hasta otro tarde que vuelvas abrir por el mismo lugar ese libro que esta ahí en tu habitación.
ResponderEliminarBueno esto es un pensar jajajaja. Besotes.
Seguro que muchos hemos pasado por momentos parecidos, (supongo)...
EliminarUn abrazo y gracias Campirela.