Cuando despiertas
me asombras con tus labios
y tu sonrisa.
Labios de cera
que emiten un suspiro
como si hablaran
Yo espero un nombre
que lleve mis palabras
y nunca suena.
Es tu sonrisa
surgiendo entusiasmada
que me enloquece.
Me lleva lejos,
me deja entre los sueños
y fantasías.
Despierta el niño,
el hombre se estremece,
no sé quien soy.
De todas formas
dejemos a la noche
buscando al sol.
Así tus labios
se juntan con los míos
en nuevo día.
Día de vida,
de esfuerzo, en cada instante,
y de pasión.
Rafael Sánchez Ortega ©
26/11/21
Ole, ese poema lleva una gran carga de romanticismo y hasta algo de sensualidad. Un abrazo Rafael.
ResponderEliminarGracias Campirela, me hiciste sonreír.
EliminarUn abrazo.
Maravillosa inspiración.
ResponderEliminar👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Gracias Galilea.
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