Era un poema
en una servilleta
deshilvanado.
Versos y besos
mezclados en desorden
y sin control.
En unas letras
nerviosas y borrosas
agazapadas.
Aquel poema
quedó, semi olvidado,
en un cajón.
Luego, la mesa,
se fue con otros muebles
para el desván.
Y allí durmieron,
las letras de esta historia
por mucho tiempo.
Pero un buen día,
dos ojos, muy curiosos,
las rescataron.
Vieron los versos,
leyeron el poema,
y hasta lloraron.
¡Cuántos recuerdos,
volvieron, del pasado,
hacia ese otoño!
Rafael Sánchez Ortega ©
10/05/22
Recuperaron los recuerdos que sin duda, no estaban olvidados por mucho que durmieran en un cajón...¡que bonito poema....
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Cuantos poemas han ido al olvido, así es la vida. Pero hay poema que aunque hayan ido allí, no podemos olvidar. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Carmen.
EliminarUn abrazo.
Esa servilleta llevaba escrito los sentimientos de un poeta que tal vez cuando lo escribió no sabia que lo era. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Nada muere totalmente, quedan los recuerdos escondidos y reaparecen por casualidad y logran llevarnos al tiempo vivido y volver a emocionarnos. Muy bonito poema.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias por tus palabras María Rosa.
EliminarUn abrazo en la tarde.
El tiempo todo lo pone en su lugar, también los poemas olvidados, que vuelven a la realidad y a los ojos, que los reconocen y los sienten emocionados, Rafael. Buen poema, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz noche de mayo.
Así es María Jesús.
EliminarUn abrazo y gracias.
Los mejores poemas se escriben en servilletas de bar, me temo.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau, me hiciste sonreír.
EliminarUn abrazo.
Versos olvidados en un cajón vuelven a la vida.
ResponderEliminarPrecioso 👏🏼👏🏼
Gracias Galilea.
EliminarUn abrazo.