El lazo azul
que ataba tus cabellos
fue mi regalo.
En realidad
no ataba, recogía,
tu cabellera.
Tú la querías,
así me lo dijiste,
de ese color.
Cinta azulada
que ahora yo me encuentro,
entre recuerdos.
En un arcón
con trastos olvidados
de mi memoria.
Allí se oculta,
se esconde y nada dice,
en el silencio.
Pequeño lazo,
ya un tanto deslucido,
sal a la luz.
Ven a mi lado,
que quiero acariciarte
con mis pupilas.
Así mis ojos
verán esos cabellos
tan adorables.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/05/22
Muy hermoso.
ResponderEliminarSAludos.
Gracias Manuela.
EliminarUn saludo.
sigue escribiendo muchacho abrazos
ResponderEliminarGracias "recomenzar" (me hizo sonreír eso de "muchacho".
EliminarUn abrazo.
Un regalo azulado y tierno. Muy tierno.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maripau.
EliminarUn abrazo.
Ternura en estos versos. Feliz jueves. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Una hermosa evocación que endulza la sensación de soledad. Y quizás esos cabellos también están, al mismo tiempo, evocando a esa mirada...
ResponderEliminarUn abrazo para ti amigo. Paty
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo en la noche.
Un lazo azul recogiendo sus cabellos , tierna imagen la que nos ofreces en tus letras, Un abrazo y feliz noche.
ResponderEliminarGracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
Muy bonito Rafael, pura ternura.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.
¡Qué bonito...! 👏🏼👏🏼👏🏼
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