Te doy sonrisas
y un poco de optimismo
en esta tarde.
También la brisa
que sopla del nordeste
desde los mares.
Algo de nieve,
que veo en las montañas,
por el invierno.
Te doy mi mano
para que así te apoyes
en el camino.
También el canto
sutil de las cigarras
para tu oído.
Algo de calma
que escapa de los valles
y praderías.
Te doy mis labios
y el néctar de mi alma
para los tuyos.
También la llama
que surge de mi pecho
y corazón.
Con estas cosas
iremos, si tú quieres,
vendiendo sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/01/22
Precioso poema donde el optimismo y la amistad están presente. Me encanto.
ResponderEliminarBesotes.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Nunca me habían ofrecido tanto en un poema, amistad, honestidad, apoyo...
ResponderEliminarGracias Rafael. Un abrazo
Gracias a ti, Juan por detenerte en mis versos.
EliminarUn abrazo.
Regalos de vida en cada verso, hermoso Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo.,
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.